Tras las relaciones sexuales, el embarazo es el período que transcurre entre la concepción, es decir, la fecundación de un óvulo por un espermatozoide en el útero y el momento del parto; durante este período el óvulo fecundado se desarrolla en el vientre materno. En los seres humanos, el embarazo dura aproximadamente 40 semanas, unos 288 días o 9 meses y es también llamada gestación.

Para que ocurra un embarazo, un espermatozoide debe unirse con un óvulo. El embarazo comienza oficialmente cuando un óvulo fecundado se implanta en el tejido que cubre el útero, es decir, la pared de este. Después de tener sexo, se tarda entre 2 a 3 semanas para que el embarazo ocurra.

Cuando un espermatozoide se une con un óvulo, esto se llama fertilización. Sin embargo, la fertilización no sucede de inmediato. Como los espermatozoides pueden permanecer en el útero y trompas de Falopio hasta 6 días después de haber tenido sexo, pueden pasar hasta 6 días entre el sexo y la fecundación.

Cuando el embarazo se produce a raíz de las relaciones sexuales, debe ocurrir lo siguiente: El ovario libera un óvulo, esto se llama «ovulación»; luego el esperma se desplaza por el interior de la vagina hacia el útero, hasta llegar a las trompas de Falopio (los tubos que conectan los ovarios con el útero). Cuando el esperma llega al óvulo. Al menos un espermatozoide debe atravesar la capa exterior del óvulo y llegar al interior, esto se llama «fertilización», entonces el óvulo recién fertilizado se desplaza hasta el útero. Finalmente, el óvulo se adhiere de la pared del útero y esto se llama «implantación».

El embarazo provoca muchos cambios en el cuerpo de las mujeres, la mayoría de los cuales desaparecen tras el parto. Estos cambios dan lugar a algunas señales o síntomas, que son normales y los más comunes son: ausencia de menstruación o regla, inflamación o sensibilidad en los senos, náuseas o vómitos, sensación de cansancio, hinchazón en las extremidades, estreñimiento y orinar con más frecuencia de lo habitual.

La fatiga se siente sobre todo en las primeras 12 semanas y, de nuevo, al final del embarazo. Por eso las mujeres embarazadas necesitan descansar más de lo habitual.

Los senos suelen agrandarse porque las hormonas están preparándose para producir leche. Algunas mujeres pueden sentir que sus pechos son muy sensibles al tacto.

Durante el embarazo, el corazón de la mujer trabaja más porque, a medida que el feto crece, debe bombear más sangre al útero.

Al igual que el corazón, los riñones trabajan más durante el embarazo, ya que el útero presiona la vejiga y reduce su tamaño, de forma que esta se llena de orina más rápidamente de lo habitual. Por este motivo, la mujer embarazada necesita orinar con mayor frecuencia.

Casi todas las mujeres embarazadas tienen sensación de ahogo cuando realizan algún esfuerzo, en especial hacia el final del embarazo. En situaciones que requieren actividad física, la frecuencia respiratoria aumenta más cuando una mujer está embarazada que cuando no lo está.

Son frecuentes las náuseas y los vómitos, en especial por las mañanas, aunque pueden aparecer a cualquier hora del día o de la noche. Comienzan uno o dos meses después de quedar embarazada. Sin embargo, algunas mujeres sienten náuseas antes y otras nunca las tienen. Aunque la causa de las náuseas durante el embarazo no está clara, es probable que las altas concentraciones de estrógenos y las hormonas del embarazo jueguen un papel importante.

Las náuseas y los vómitos se pueden calmar mediante cambios en la alimentación o en las pautas alimentarias, por ejemplo, haciendo lo siguiente: beber y comer porciones pequeñas con frecuencia, comer antes de tener hambre, consumir alimentos blandos (como caldo, consomé, arroz o pasta), comer galletas saladas y tomar una bebida carbonatada y tener siempre galletas saladas junto a la cama y comer una o dos antes de levantarse para aliviar las molestias matinales.

Las mujeres embarazadas también pueden sentir dolores de espalda o de piernas, dificultades para dormir y cambios en la piel y el cabello.

El embarazo es un proceso complejo. Si bien muchas mujeres tienen embarazos normales, pueden presentarse algunas complicaciones, como diabetes, presión arterial alta (llamada también preeclampsia), cambios prematuros en el cuello uterino o sangrado vaginal.

Aunque tener un bebé es un hecho emocionante y maravilloso en la vida de una mujer, también implica mucho trabajo para la madre, porque necesitará cuidarse en las primeras semanas luego del alumbramiento. El tipo de cuidado que necesitará dependerá de cómo dio a luz a su bebé, es decir, si fue un parto natural o por cesárea.

Otros signos y síntomas menos evidentes del embarazo que podría tener una mujer al comienzo del embarazo son los siguientes: humor cambiante, hinchazón abdominal, manchado leve en la cara o en el cuerpo, calambres, estreñimiento, congestión nasal y rechazo a ciertos olores y alimentos.

Aunque ya sabemos las molestias que puede traer consigo el embarazo como náuseas matutinas, sensación de mareo, ganas de vomitar, las temidas estrías o el aumento de peso, sin embargo, pocas veces se habla de los beneficios de la gestación para la mujer embarazada.

Algunas de las principales ventajas de la gestación radican en que la mujer embarazada lleva una vida más saludable y se ocupa más a fondo de su salud, ya que el embarazo es uno de los momentos en la vida de la mujer en el que más ha de cuidarse para garantizar el buen desarrollo de su bebé. Algunos otros beneficios que trae consigo el embarazo son que los dolores menstruales desaparecen, se tienen hábitos de vida más saludables, se reducen las posibilidades de tener cáncer de mama, mejora la vida sexual, el cabello crece más bonito, pues durante el embarazo la caída del cabello se frena, por lo que el pelo es más abundante e incluso tiene mejor aspecto y más brillo. Y las mujeres de senos pequeños verán aumentar su tamaño y forma.

En cuanto al aspecto emocional, la maternidad siempre será un motivo de alegría para la mujer, lo que significa que su estado mental y psíquico mejorará visiblemente.

Juan Guillermo Londoño Berrío

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