La sexualidad en la tercera edad es un tema importante que ha sido ignorado durante mucho tiempo. A medida que las personas envejecen, pueden enfrentar cambios físicos, emocionales y sociales que pueden afectar su vida sexual.
Es importante tener en cuenta que la sexualidad no desaparece a medida que las personas envejecen. De hecho, muchos adultos mayores continúan teniendo una vida sexual activa y satisfactoria. Sin embargo, existen ciertos factores que pueden influir en la actividad sexual en la tercera edad:
- Cambios físicos: Las personas mayores pueden experimentar cambios en la función sexual debido a condiciones médicas, como enfermedades cardíacas, diabetes o artritis. Además, la menopausia en las mujeres puede afectar la lubricación vaginal y el deseo sexual. Los hombres pueden experimentar disfunción eréctil debido a problemas vasculares o neurológicos.
- Salud mental y emocional: La depresión, la ansiedad y el estrés pueden afectar la vida sexual de las personas mayores. Además, el duelo por la pérdida de pareja o seres queridos puede influir en la intimidad sexual.
- Estereotipos y prejuicios: La sociedad tiende a asociar la sexualidad con la juventud, lo que puede llevar a que los adultos mayores sean estigmatizados o se sientan marginados en términos de su vida sexual. Esto puede llevar a la falta de información y la falta de atención médica y psicológica adecuada.
Es importante promover una perspectiva positiva de la sexualidad en la tercera edad y asegurar que los adultos mayores tengan acceso a la información y al cuidado necesario para mantener una vida sexual saludable. Esto implica brindar educación sexual adecuada y adaptada a la edad, asesoramiento psicológico y atención médica especializada para abordar los cambios físicos y emocionales asociados con la edad.
Además, es fundamental que los adultos mayores tengan acceso a métodos anticonceptivos y a servicios de salud sexual y reproductiva, ya que pueden seguir siendo sexualmente activos y correr el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
En resumen, la sexualidad en la tercera edad es un aspecto importante de la vida de los adultos mayores que debe ser abordado de manera abierta y comprensiva. Promover una visión positiva de la sexualidad en todas las etapas de la vida y proporcionar el apoyo necesario puede mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores.
Esperanza Marín